Hoy os traigo la elaboración de las morcillas, como se
hacen en León. ¡Bueno!, más bien, cómo la hacemos en casa, porque morcillas hay
muchas; en cada región se hacen de una manera y luego cada familia tiene sus
gustos y le da su toque particular.
En nuestra casa las hacemos con cebolla de horco, manteca
y sebo, sangre de cerdo, sal, ajo, pimentón dulce o picante, hortelana y pan.
¿Morcilla de León?
Sí, soy yo.
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Morcillas de León |
ELABORACIÓN:
El día antes se preparan los ingredientes: se pelan y
pican muy finas las cebollas, se pelan y machacan los ajos, se pica la grasa y
el pan duro; todo cuanto más fino mejor. Se lavan las tripas y se dejan en
agua. Se reserva todo por separado y se deja preparado para el día siguiente.
Al día siguiente, que se hacen las morcillas hay que
madrugar para comenzar temprano, ya que es muy laborioso y requiere su
tiempo. Se pone la olla de hacer morcillas a calentar en el fuego de la
cocina de curar. Lo primero es poner la grasa (manteca y sebo) con un poquitín
de agua para que no se pegue, hasta que se derrita y luego se añade toda la
cebolla. Cuando está medio cocida se añade la sal, los ajos y la hortelana, y
se sigue cociendo hasta que esté todo bien hecho. Finalmente se le añade el
pimentón y se deja cocer un poco más. Luego se retira definitivamente del fuego
y se añade la sangre poco a poco para que no se queme y no se coagule, y se va
removiendo. Es aquí cuando adquiere el color negro típico de las morcillas. Y la final del
todo se le añade el pan, se remueve y se deja reposar. Se deja enfrían el
mondongo un poco mas hasta que se pueda manejar sin quemarse uno.
Luego se embute en las tripas, se atan y se colocan en
una artesa o tino grande. Cuando estén todas las morcillas hechas, se pone la
olla donde previamente se hizo el mondongo con agua y cuando ya está hirviendo
se van cociendo por tandas las mocillas a fuego lento y se van sacando para un
banco o un lugar acondicionado y limpio hasta que estén completamente frías.
Una vez frías se atan los bordes de las corras para
poder meterlos en los varales y se cuelgan al humo unos días para que se oreen
y cojan ese sabor ahumado tan característico.
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Mondongo esperando a ser embutido. |
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Agua calentando para cocer las morcillas |
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Morcillas cociendo |
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Morcillas ya cocidas y enfriando |
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Resultado final. Sólo queda colgarlas en varales y ponerlas unos días al humo. |
Carlos.